Análisis comparativo entre el pensamiento de Walter Benjamin y la perspectiva del arte de Andrés Calabrasa
Por Abigail Bergaglio
Concepción de arte crítico:
El artista Andrés Calabrasa considera que antes de hablar de arte crítico, se debe definir el concepto de “crítica”. Postula que crítico no es quien ve la realidad como se plantea de manera natural; sino quien toma una postura transformadora.
En relación a eso su arte es un arte crítico, lo desarrolla desde que tiene uso de conciencia como artista, tomando posicionamientos críticos desde sus primeros años en la facultad de Bellas Artes en Rosario hasta la actualidad.
Por su parte Benjamin habla en su obra “Teoría Crítica” que un teórico crítico es aquella persona a la cual le importa acelerar el desarrollo hacia una sociedad sin explotación, considerando que las condiciones para lograrlo ya existen, y que no existe un solo criterio capaz de unificar el pensamiento de los teóricos críticos. Los dos puntales de su pensamiento son: una renovación del marxismo y el cuestionamiento del positivismo.
Considero que Andrés Calabrasa, tiene una verdadera visión crítica y por ende transformadora, lo cual claramente coincide con el pensamiento de Walter Benjamin. Tal es así que en sus obras pictóricas vemos claramente reflejada su mirada crítica sobre la sociedad. Su arte es un grito de reclamo de igualdad social y de defensa de los derechos humanos y del trabajador.
Es evidente que su formación académica y su trabajo autodidacta es un fiel reflejo de los valores sociales y de una mirada revolucionaria que se ha visto influenciada por su manera de ver la vida, por su lucha por el ser humano a través del arte y su formación e interés por las ideas de intelectuales vinculados al marxismo.
Arte académico y arte contemporáneo:
Calabrasa establece que hay distintas teorías en relación a este análisis del arte, y en especial una con la cual se identifica en principio; “toma al impresionismo, como el declive del arte académico. El cual se basaba en la imagen retiniana de la realidad…entendiendo como academicismo todo arte que se basa en el período greco-romano, con principios estéticos anclados en el equilibrio, la proporción y la idea de belleza”. En este sentido, continúa diciendo, “observamos un gran declive y un agotamiento del estilo academicista con el surgimiento de las vanguardias”
De todas maneras Andrés Calabrasa, considera que es sumamente importante entender, estudiar y trabajar al arte académico y luego de ello comenzar su deconstrucción.
Con respecto al arte Conceptual, considera que le ha aportado a la historia del arte elementos muy positivos como también cuestiones negativas, como caer en conceptos poco entendibles, que terminaron por lograr que mucha gente se alejara del mundo artístico.
Y continúa diciendo que… “más allá de esto, el conceptualismo es interesante en cuanto a la renovación, contenido y a que el público piense en base a una obra y no apreciarla únicamente por su reflejo óptico”
Walter Benjamin considera que el arte es arte desde sus comienzos y en todas sus manifestaciones. No se puede juzgar obras surgidas de nuevos paradigmas con los términos del arte tradicional: singularidad, originalidad, irrepetibilidad, son términos de paradigmas anteriores y ya no sirven para explicar las nuevas formas del arte.
Ya no queda lugar para la actitud reverencial de otros tiempos. Estamos por encima de rendir un culto divino a las obras de arte, de poder adorarlas. Ya no doblamos nuestras rodillas ante ellas. Todas las tradiciones del arte aurático han desaparecido. Ej.: la Gioconda hoy en día adorna un frasco de mermelada.
Al analizar ambas posturas puede verse las coincidencias en cierto punto, pues por un lado Andrés Calabrasa no reniega ni minimiza la importancia del academicismo, pues éste es la base de donde partir, para hacer un cambio del arte debe conocerse primero al mismo.
Por otro lado respecto al arte contemporáneo ve sus puntos positivos y negativos, destacando su capacidad de hacer pensar al espectador, de enriquecer su deliberación más que a su gusto visual.
Benjamin, establece que el arte no puede ser juzgado más que por el análisis de la propia época donde se sitúa. No podría criticar al arte academicista desde una concepción contemporánea ni regirse de las técnicas y leyes del academicismo para criticar al arte conceptual. El tiempo y lugar de las obras al igual que el contexto social, cultural, político y religioso reinante en cada período de la historia de la humanidad hicieron del arte lo que fue, lo que es y lo que será.
Función del arte en la sociedad:
El filósofo Walter Benjamin establece que se debe tener esa mirada crítica capaz de cambiar las condiciones sociales en las que el capitalismo sumió a la sociedad.
Considera que las condiciones para lograrlo están al alcance de quienes se lo propongan.
A través de la obra de Klee titulada Ángelus novus, trata de explicar cómo este ángel ha vuelto el rostro al pasado, viendo una catástrofe única que amontona incansablemente ruina tras ruina; y llama a esto “progreso”.
Con esta mirada nada complaciente, se enfrenta a la creencia de un progreso concretado en la historia, tanto a la defendida por la socialdemocracia tanto como a la sustentada por el marxismo.
Es la misma mirada que dice que jamás se da un documento histórico y cultural que no sea también de barbarie y por lo tanto el objeto de ser del pensador crítico es el de “Pasarle a la historia el cepillo a contrapelo”.
Desde el punto de vista del arte, este es un medio para la emancipación de las masas, sorteando el control político.
Desde su perspectiva, Andrés Calabrasa manifiesta que no hay una sola función del arte. Desde sus comienzos estuvo vinculado a dar un mensaje, a comunicar en base a la pintura. También estuvo relacionado con la magia, con la necesidad de relacionarse con el mundo supra natural, el mundo místico.
Según Andrés Calabrasa, “la función del arte fue variando con el tiempo. Al surgir las divisiones sociales, el arte estuvo atravesado por los intereses de las clases dominantes. Y a medida que se va complejizando la diferencia de clases también lo van haciendo el arte y su función dentro de la sociedad. Por ello se van a dar, por un lado, un arte propio de las clases dominantes y otro de los dominados. Ambos con miradas totalmente distintas pero que en el fondo nos hablan de un mismo tema”.
Tanto Calabrasa como Benjamin, hablan en un mismo idioma respecto a la función del arte en la sociedad.
Lo describen a la perfección con sus variables y matices.
El filósofo lo demarca en sus pensamientos teórico-literarios y el artista, por su parte, en sus obras nos muestra esta mirada crítica hacia la sociedad actual, en la necesidad de cambio y en su mirada crítica al momento de plantear sus ideas de denuncia para sus trabajos pictóricos.
Fotografía y cine versus arte tradicional:
Andrés Calabrasa expone; “creo que cine y fotografía se han nutrido del arte y lo han enriquecido. Hoy por hoy el arte abarca todo lo que son las artes visuales, incluyendo a estos dos fenómenos y al comics. Una cosa no desplaza a la otra sino que se alimentan mutuamente”.
Walter Benjamin plantea que el cine y la fotografía influyeron en el arte, produciendo cambios en su difusión y recepción.
Estos nuevos medios de comunicación artísticos son importantes por ser herramientas para mostrar más, exhibir y así convertirse en medios para la emancipación de las masas.
Considera que el cine es una herramienta muy importante, pero tiene un aspecto negativo (el uso que le dan los políticos para manipular a las masas).
Desde otra mirada analiza a la fotografía. Desde su aparición esta ha producido importantes cambios en la pintura y cita a artistas como Matisse, quien sostiene que el pintor ya no tiene que preocuparse por detalles insignificantes, pues para eso está la fotografía que lo hace mejor y mucho más rápido.
El hecho de que lo industrial y mecánico vinieran a sustituir la destreza de la mano y el oficio no resulta para Benjamin una catástrofe. No se veía influido por ningún tipo de nostalgia, por el contrario, creía que nuevas formas de arte podrían servir como elementos de liberación y medio de democratización, poniendo al alcance de las masas obras maestras del pasado.
Desde mi punto de vista ambas posturas coinciden notablemente.
Ambos tienen una amplia manera de vivir el arte y de sentirlo, siempre apuntando al enriquecimiento del arte y al progreso social.
El aura de la obra de arte:
Andrés Calabrasa plantea que; “pensando en el momento de los hechos y a la hora de confeccionar una obra, se basa en una realidad social. Esa es el aura de sus obras y es muy importante mostrarla para que cumpla la función social para la cual las ha realizado. Luego que tenga la cantidad de reproducciones que sean necesarias”.
Por su parte Benjamin piensa que una obra puede ser copiada infinidad de veces, lo que no puede ser copiado es el momento justo en el cual fue creada, su aquí y ahora, es decir su autenticidad. Del aura no hay copias.
Considera al aura la manifestación irrepetible de una lejanía. Y que la misma se atrofia en la reproducción.
Aquí se plantean tanto Calabrasa como Benjamin, que el aura de las obras de arte existe y que es aquella que se da en el momento y el lugar determinados de su creación.
Sin embargo, mientras el filósofo tiene una mirada conservadora del aura, Andrés Calabrasa no plantea inconvenientes ni disgustos a la hora de la reproducción de sus obras.
Puesto que una vez que fue creada y cumplida su función eucrática, las reproducciones sirven para propagar sus ideas sin llegar a atrofiarlas.
Análisis de la entrevista realizada por Abigail Rocío Bergaglio al profesor Andrés Calabrasa.
Cátedra: Estética de la Recepción
Profesor: Andrés Calabrasa